lunes, 5 de noviembre de 2007

EL PAPEL DE LA EDUCACIÓN EN LA FORMACIÓN DEL ESPÍRITU CRÍTICO

Cuando se analiza el pensamiento generalizado de los grupos humanos en la actualidad, se puede observar claramente que han desaparecido algunas nociones básicas de otros tiempos. Hace algunos años (sería muy aventurado establecer un período determinado) eran normales las luchas contra distintas injusticias, desigualdades y otras situaciones perversas, propias del sistema. El compromiso social por establecer cambios en el sistema no es el mismo, sino que ha disminuido notoriamente. Esta evidente disminución no se produjo paralelamente con una reducción de las desigualdades e injusticias. Por el contrario se ha incrementado la marginalidad, la corrupción, la desigualdad, y un sin fin de abusos propios de un sistema que condena a quienes se encuentran como dominados. He aquí la preocupación: las injusticias se incrementan y las luchas no.

Estas falencias que resultan habituales en la Argentina son producto del modelo neoliberal que impera a lo largo y ancho de la Tierra. Los grandes inconvenientes ya mencionados, en muchos casos no son tomados como tales, sino que por el contrario son asimilados por la sociedad como algo natural. Justamente este punto demuestra la falta de espíritu crítico que se ha generalizado en los distintos individuos y que no hace distinción de clase social. Un joven que desde su nacimiento vivió de cerca la extrema pobreza, trabaja desde muy pequeño y no tiene acceso a la educación, probablemente no tenga las herramientas para poder manifestar su disconformismo ante un sistema que día a día lo margina más. Pero esta ausencia de reflexión crítica no se desarrolla sólo en las clases más bajas, sino que también se manifiesta en jóvenes que cuentan con una buena socialización primaria (familia) y en las instituciones secundarias (escuela y universidad, entre otras). Estas entidades que se encargan de formar la moral del individuo, pueden ser tomadas desde los postulados de Althusser como aparatos ideológicos de Estado, encargados de la reproducción de un pensamiento que defiende los intereses de la clase dominante. La clase dominante, de la cuál hace mención, debe encargarse de formar a los dominados de tal modo que sus intereses no se vean afectados, sino que por el contrario ampliamente beneficiados. Si se lo analiza desde esta perspectiva crítica, entonces resulta más comprensible la situación, es decir la falta de espíritu crítico de los individuos. El sistema no se va a interesar por reproducir en los dominados una mirada que valla en contra del propio sistema, sino que sus aparatos ideológicos: familia, escuela, medios de comunicación, etc; se encargaran de hegemonizar a los individuos. Son ellos quienes deben conseguir las herramientas necesarias para luchar contra esta dominación, y no quedan dudas que la práctica educativa progresiva a la que hace mención Paulo Freire es fundamental.

En base a lo recientemente mencionado es que se puede iniciar un análisis del sistema educativo argentino a partir de los postulados del brasileño Freire. Este pedagogo cita distintos saberes fundamentales que son de gran contribución para una práctica educativa progresiva. Antes de analizar en detalle la cuestión, podemos asociar a Freire con Althusser en muchos aspectos, ya que el brasileño intenta generar en los docentes una enseñanza sumamente comprometida con la formación del individuo, de modo que las instituciones educativas deben ser una eficaz herramienta para que pueda tener noción de la existencia del sistema en cual se encuentra sumergido. Freire considera que el docente tiene como principal tarea, la de generar esta conciencia en el individuo.

La crítica que hace Freire del sistema educativo brasileño radica principalmente en la falta de “intervención en el mundo” por parte de los individuos, situación que le es atribuida a las malas políticas educativas. Se intenta reproducir un conformismo en las nuevas generaciones. Este conformismo del cual habla implica que muchas injusticias sean tomadas como cosas naturales e innatas, desechando de este modo todo tipo de cambio por mínimo que sea. Muchos objetivos que sin duda pueden estar al alcance de los individuos, o en su defecto implican un esfuerzo para nada inhumano, son desechados rápidamente por considerárselos como imposibles. A partir del planteo de estos objetivos se pueden forzar los cambios en un sistema injusto, los cuales contribuyan a la justicia e igualdad entre los individuos. Sin embargo, las personas y en especial los jóvenes se muestran cada vez menos comprometidos por el cambio. “Tener noción del mundo de la historia, de la cultura, de la política, no es importante para adaptarse sino para cambiar”, este punto es tomado como uno de los principios básicos que deben tener los individuos a lo largo de su vida. He aquí que la educación cumple un papel fundamental para fomentar el cambio. El docente debe generar en el individuo las condiciones para que pueda establecer los cambios, los cuales nacen a partir de un espíritu crítico. En la Argentina puedo afirmar, sin dudar, que la educación lejos está de corresponderse con el principio básico que debe tener en cuenta un docente para desarrollar sus funciones según Freire. ENSEÑAR NO ES TRANSFERIR CONOCIMIENTO, SINO QUE ENSEÑAR ES GENERAR LAS CONDICIONES PARA QUE EL ALUMNO PUEDA PRODUCIR SU PROPIO CONOCIMIENTO. Cualquier joven que halla sido partícipe de alguno de los niveles educativos en la Argentina ha sido víctima de esta situación, es decir que los contenidos que se estudien sean transferidos con un escaso nivel de interpretación por parte del alumnado. Desde los primeres niveles de enseñanza, los docentes argentinos (acatando las órdenes de sus superiores) pretenden que los niños realicen una mera repetición de lo que les es enseñado. Un análisis o interpretación de lo que les es transmitido puede ser castigado con una mala nota, la cual será repudiada por sus padres y una moral en la que los resultados se encuentran por encima del conocimiento, por lo que es conveniente repetir lo que se les expresa. Esta situación también se da, salvo escasas excepciones, en los niveles superiores. Obviamente esta errónea práctica educativa, muy poco progresiva y con escaso compromiso formativo, se corresponde con los intereses de la denominada clase dominante y es parte del sentido común, en el que tanto énfasis pone Althusser. La repudiable educación que menciono sumada con otras falencias intencionadas del sistema, determina como resultado (beneficioso para algunos pocos y muy perjudiciales para la gran mayoría dominada) el radical cambio de los objetivos o sueños de las generaciones. Para hacer gráfica esta situación se pueden comparar las acciones llevadas a cabo por los jóvenes, quienes habitualmente poseen un mayor espíritu crítico, hace algunos años con las actuales. Mientras que los sueños de generaciones pasadas se vinculaban con importantes cambios, no sólo en la política sino también en distintas esferas artísticas, en la actualidad estos quedan restringidos a objetivos que además de ser muy poco ambiciosos, pecan de egoístas e individualistas. Lo que antes era cambiar el rumbo político de un país, hoy se limita a un simple viaje de egresados, el cuál es esperado como si fuese el cambio de la vida de un joven. Talvez el ejemplo que escojo sea un tanto extremista, pero a mi parecer los objetivos juveniles de la actualidad distan de relacionarse con el compromiso político. Este paso de la lucha colectiva de las generaciones a simples intereses individuales no debe recaer sólo en las falencias educativas, ya que existen otros principios propios del modelo neoliberal, que determinan estas nuevas y repudiables actitudes juveniles.

Paulo considera que para que se puedan establecer las condiciones óptimas en la enseñanza del alumnado, es decir crear las condiciones para que los individuos puedan generar sus propio conocimiento, es fundamental que la enseñanza exija la conciencia del inacabamiento y, por otro lado, el reconocimiento de ser condicionado. Ambos puntos, obviamente chocan con los intereses de quienes dominan, es por esto que pocos docentes los tienen en cuenta, así como también es muy importante que se cumplan para poder generar una fuerza que se oponga a este sistema y defienda una justa causa, que en definitiva son los intereses de las nuevas generaciones de dominados, las cuales no deben cumplir con el calificativo de perdidas. Para que esta situación se pueda concretar es importante que los profesores se acerquen a la realidad de sus alumnos y despierten su curiosidad por el mundo que lo rodea.

El docente debe incorporar en el alumno la idea de que es un individuo inacabado. El individuo debe ser consciente de su inacabamiento, es decir que no existe un punto en que culmina su formación. Freire considera que el docente debe formar un ser ético, una vez formado debe romper con esta ética. “Se debe formar individuos capaces de intervenir en el mundo, de comparar, de juzgar, de romper, de escoger, de decidir y de establecer grandes acciones”. Por otro lado, enseñar exige que se genere en el individuo el reconocimiento de ser condicionado. Aquí Paulo marca una tarea que debe ser fundamental en la labor docente y para la formación crítica de los alumnos. Se debe incentivar el paso de ser determinado (es inacabado pero no es conciente de su inacabamiento) a ser condicionado (es inacabado, conciente de esta situación se reconoce como producto de distintas fuerzas que actúan sobre sus acciones). “Inacabados pero conscientes del inacabamiento, seres de opción, de decisión, éticos, podemos traicionar o negar la propia ética”.

Lo interesante de lograr consciencia de ser inacabado y condicionado es que a partir de la aceptación de ambos puntos, el individuo se inserta en un movimiento de búsqueda. Esta búsqueda genera la esperanza, la cual le permitirá al joven negar situaciones que son obvias y no sumergirse en el sentido común que va en contra de sus intereses. Es decir que finalmente el individuo logrará a tener un pensamiento crítico y esperanzado, el cuál debe ser propio en las personas y mucho más en los jóvenes que tanto tienen para cambiar.

Gerardo Oroz

martes, 25 de septiembre de 2007

¿Cuál es la Meta de la Juventud en un Partido Político?,

por Germán Caíno.

La importancia de definir la meta, es decir el objetivo, o adonde queremos llegar, cualquiera sea la organización en consideración o cuando pensamos en nosotros mismos, radica en que nos permite enfocarnos en las distintas alternativas (estrategias) que deberemos desarrollar e implementar (esto es, se realizaran distintas acciones) con el objeto de poder alcanzar y concretar dicho fin.

Antes de definir la meta de la juventud, iremos planteando una serie de interrogantes los cuales nos llevaran desde el objetivo superior de un partido político (PP) hasta el papel de los jóvenes dentro del mismo, permitiendo comprender su rol desde una perspectiva general.

Es importante hacer una aclaración al respecto. Si definimos mal el objetivo o meta, esto nos afectara todo el proceso posterior, por ejemplo si decidimos que nuestra meta (manifiesta implícita o explícitamente) como PP es tener “Poder” o llegar a ocupar cargos o el mismo gobierno o posicionar una imagen determinada, consecuentemente las acciones que se llevaran a cabo para concretarlas harán que se vaya perdiendo el verdadero contenido (entiendase doctrinas, valores, en ultima instancia la identidad misma) y valor del partido político para con la sociedad, ya que no serán representativas salvo de los intereses de algunos actores o grupos determinados.

Realizada esta aclaración, podríamos comenzar enunciando el objetivo superior que debería tener un partido político, este tendría que ser desde mi punto de vista: “Actuar/transformar la realidad vigente de una comunidad/población que habita en un espacio y tiempo determinados, con el fin de mejorar las condiciones de vida de todos sus habitantes”.

Partiendo de esta definición podemos entonces preguntarnos como hace un PP para poder actuar/transformar/gestionar/participar sobre una realidad determinada?. Y de que modo sino a través de concejales, legisladores, intendentes, gobernadores, ejecutivos, esto es, a través del ejercicio del poder en distintos cargos, desde la gestión publica, desde el gobierno.

Ahora bien, como logra llegar un ciudadano a la gestión publica/gobierno independientemente del cargo que le toque desempeñar?. Sin duda en un país democrático y transparente a través de las elecciones ciudadanas (votos).

Siguiendo con este ejercicio cabria preguntarnos ahora como consigue el PP esos votos (esto es personas que eligen a un determinado partido por sobre otro). Acá podemos imaginar distintos atributos que hacen a un partido deseable con respecto a otro, por ejemplo: propuestas, ideas, propaganda, imagen, historia, etc.

Como hace pues un PP chico el cual posee pocos o nulos recursos económicos y organizacionales, poca influencia, presión o prensa, para poder darse a conocer o difundir y defender sus ideas y propuestas, llendo aun mas lejos para poder sobrevivir al paso del tiempo?. Es finalmente ante este interrogante que surge como respuesta “por medio de la juventud”, en otras palabras, la meta de las juventudes políticas debería ser promover y defender las ideas y bases que sustentan su PP, como también nutrir a cada partido, llenarlo de vida, vigor y renovación; un partido político sin juventud, sin recambio, a través del tiempo languidece junto a sus miembros, pereciendo con él sus ideas y acciones. Por lo tanto es importante preguntarnos como hace la juventud política para captar la atención de los jóvenes e integrarlos al partido o mantenerlos vinculados?. Para ello es menester contar con un Plan Estratégico, donde se encuentren establecidos los distintos cursos de acción a seguir para incorporar jóvenes. Partiremos del supuesto a partir del cual una persona se acerca a una agrupación motivada por alguna necesidad, algún deseo individual, el cual consciente o inconscientemente busca satisfacer. Por lo que es muy importante a la hora de desarrollar un programa de acercamiento, identificar y establecer los distintos tipos de necesidades/deseos de un joven. A modo de ejemplo podemos enunciar algunos: necesidad de relacionarse, formar parte de un grupo, debatir, participar activamente como ciudadano, por tradición familiar, necesidad socio-cultural, económico, por poder, prestigio, reconocimiento, autorrealización, etc.

Una vez establecidos los distintos tipos es necesario desarrollar e implementar una serie de acciones tendientes a satisfacerlas e ir buscando a la vez la vinculación de las distintas personas (esta seria la segunda etapa, ósea primero “Captación”, segundo “Vinculación”), buscando como resultados, el beneficio personal del individuo, el beneficio grupal, y finalmente el beneficio del PP al cumplir con la tercer etapa “Incorporación”.

De esta manera con la incorporación sistemática sé irán cumpliendo dos objetivos simultáneamente: por un lado la difusión del PP y sus ideas, y por el otro el incremento de los recursos (organizacionales, económicos -en el mediano/largo plazo-). Esto ayudara con el tiempo a ir desarrollando la estructura organizacional lo cual permitirá a su vez lograr con mayor eficiencia la implementación del plan, ya que se podrán ir creando distintas áreas las cuales tendrán tareas y responsabilidades determinadas (por ejemplo: propaganda, organización de eventos, contactos institucionales, presupuesto, formación doctrinal/política, etc.), ya no quedaran dispersas las distintas responsabilidades, dotando a la agrupación de una organización y sentido de pertenencia.

Entrando un poco mas en detalle y a modo de ejemplo, se pueden establecer distintas acciones a ejecutar en las distintas etapas mencionadas anteriormente:

I-Captación: -charlas/encuentros

-Conferencias

-Pagina Web

-Revista de difusión

-Propaganda (afiches, diarios, revistas, volantes, Internet, etc.)

II-Vinculación: principalmente intensificando las acciones de la etapa I e ir generando vínculos personales a través del desarrollo de distintas actividades (por ejemplo reuniones, salidas, fiestas, actividades deportivas, vacaciones, comidas, etc.)

III-Incorporación: intensificando I y II, pero lo que diferencia principalmente esta etapa es la asignación de un rol dentro de la estructura organizacional con el consiguiente deber de cumplir ciertas funciones y asumir responsabilidades, generando por otra parte un sentido de pertenencia y concientizacion mas profundo.

Mención especial merece la etapa de Vinculación, ósea la etapa de transición entre el momento de acercamiento a la incorporación. Es aquí donde se deben utilizar todos los recursos necesarios para facilitar la exploración que realizaran los jóvenes que recién comienzan a contactarse con el partido, y a su vez conseguir la identificación de las distintas personas con el pensamiento, el accionar, en fin con el PP.

En síntesis, la redacción del texto precedente tiene la intención de remarcar la importancia de la juventud dentro de un PP (sobretodo en los casos de partidos chicos). Un partido que quiera crecer, hoy en día no puede darse el lujo de descuidar a los jóvenes que se acercan o ya están dentro de la agrupación, no basta con cadenas de mails o simples invitaciones a eventos dispersos, menos aun con comportamientos indefinidos o poco claros, en otras palabras, falta de coherencia e identidad, o autoridades que no se comprometen mas haya de las palabras. Es por todo esto que es necesario detenerse a reflexionar y discutir sobre el tema, para darle inicio a un proceso de crecimiento, desarrollo, en fin de fortalecimiento interno (desde adentro), que en el futuro se vea reflejado en una mayor integración con los jóvenes y con la sociedad en su conjunto.

“La Republica Perdida”

Por Emanuel Benitez


¿Nunca nos pusimos a pensar si los primeros años de democracia, fueron como son los de hoy?.

Para comenzar, el régimen más o menos democrático, que se ha ido desarrollando con el paso del tiempo, a partir de la época conservadora (1880-1916), con la presidencia de Julio A. Roca, y de las presidencias radicales (1916-1930) con el primer gobierno de Yrigoyen, han ido con el paso del tiempo demostrando la debilidad con la que se efectuaba este modelo reciente en nuestro país, que termino con el gobierno de Yrigoyen ya que resultó ser el primer mandatario institucional derrocado por una simple revolución armada, comandada por un grupo de militares y civiles que no buscaban otra cosa que defender sus propios intereses y que el modelo democrático cada día se volvía más amenazante.

Volviendo hacia atrás, desde hace más de tres siglos, para ser claros hago referencia al siglo XVIII, el surgimiento de las nuevas ideas, presentadas por un grupo de pensadores, serían tomadas como una amenaza contra el sistema político de aquella época. Parece ser que entre ellos, había uno muy peligroso quien tenía el nombre de Rousseau, quien pensaba que el poder debía residir en el pueblo, y era el pueblo que mediante el buen sufragio, debería elegir a sus representantes en el poder. Y creo que ahí es donde se debe atracar y tirar anclas; es donde se hace referencia, por primera vez al sistema o modelo que sería en sí una cuestión que se expandiría por todo el mundo, la “Democracia”.

Pero ¿Qué es la Democracia?. Volviendo a nuestro país recién en 1983 se observa definitivamente, con estabilidad o no, lo que sería un sistema democrático, pero con algunos cabos sueltos que debían pronto ser amarrados, para que no nos ocurran las atrocidades que con el paso de los años nos fueron pasando; me refiero a los sucesivos golpes militares y gobiernos de facto que nos debilitaron económica, política, cultural y socialmente entre 1930-1932, 1943-1946, 1955-1958, 1966-1973, y finalmente 1976-1983.

Pero ¿Por qué sucedieron estos gobiernos, es decir por qué llegaron al poder?. Muy fácil, la conclusión a la que se podría llegar es nada más, ni nada menos, a la ambición de poder sobre las masas que no tenían idea alguna, salvo algunos, (que luego eran perseguidos y torturados) de lo que realmente pasaba y del completo “individualismo” de la gente que se expandía por todo el mundo.

Para ir finalizando, solo voy a destacar que en aquella llamada generación del ’80 donde se marca un periodo de progreso indefinido, que lo único que importaba era manejar y basarse en el sistema agro- exportador (creo yo modelo económico actual, por los pocos pasos de desarrollo en esas áreas), y no darle importancia a otras cuestiones, como alimentar las inversiones, mejorar el aparato productivo de nuestra industria nacional, lo que actualmente nos demuestra que nosotros aún no hemos experimentado nuestra verdadera revolución industrial, ya finalizada por casi la mayoría de los países del mundo por más de una vez.

Pero para poder interpretar los primeros años del S. XX ideológicamente de nuestra Republica Argentina y dar un enfoque global del asunto, hay que remarcar el fraude electoral, manejado por los conservadores para afianzarse en el poder permanentemente (modelo que de una u otra forma capaz que se este repitiendo, que eso no lo vamos a saber); la debilidad de algunos gobiernos frente a los graves problemas sociales, políticos y económicos; el sistema político liberal dado por las nuevas corrientes que provenían de Europa, provocando una grave inestabilidad democrática en nuestro país, deteniendo un progreso social, cultural e industrial que hasta en la actualidad no se ve; la falta de compromiso con los niveles de educación; y la falta de un Proyecto Nacional que se comprometa con los intereses del país y no con los interese del bolsillo de algunos.

Una vez alguien dijo que : “La historia es la política pasada y el pasado es la política del presente”. Es raro poder llegar a imaginar que la política actual sea igual a la de principios de siglo, pero esta breve reseña nos permite pensar más de dos veces que en nuestro país, los sucesos que se dan y se dieron se repiten una y otra vez, y eso es porque gran parte de la sociedad de nuestro país no sabe bien elegir a nuestros representantes a la hora de depositar el voto en la urna dado el desinterés de la gente por la política, ya que siempre alguno nos falló, solo algo más, que para cambiar no nos debemos poner a pensar en el bienestar de nosotros mismos, como solemos hacer, sino en el bienestar del país, más en un año electoral. Aprendamos a elegir y diferenciar entre lo que conviene para todos y lo que conviene para uno mismo.

No nos convirtamos en una Republica Perdida!!!!!.

Emanuel Benitez. Movimiento de integracion y desarrollo Joven

miércoles, 12 de septiembre de 2007

La superpoblación urbana


CIUDADES QUE EXPLOTAN

La mitad de la población mundial vive en una ciudad; en Argentina, 9 de cada 10. La relación entre ciudades superpobladas y pobreza. Cómo revertir la tendencia.

El último informe elaborado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) destaca cómo avanza la ola de urbanización en países subdesarrollados. Para el caso argentino, 9 de cada 10 personas viven en una ciudad. Ese aglutinamiento revela cómo se consolida la pobreza en las urbes y en el campo, por la falta de oportunidades. Para obtener un mapeo más contextualizador, el estudio determinó que la mitad de la población mundial vive en una ciudad, América del Sur es la zona del planeta en la cual el fenómeno se da más: 82%. Le siguen Estados Unidos y Canadá (81%), Europa (72%), Oceanía (71%), Asia (41%) y Africa (39%). En América Latina, los índices más altos los tienen Venezuela (94%) y Uruguay (92%).

Si bien la concentración poblacional en grandes ciudades es un fenómeno creciente a nivel mundial (en 1950 eran 3 de cada 10, hoy es 1 de cada 2), el desafío nacional podría tomar caminos de soluciones por otras vías que eviten ese “amontonamiento”.

Un país no es desarrollado si regionalmente tiene muchos contrastes. De nada vale un sector considerablemente avanzado en estándar de vida de Buenos Aires (caso Puerto Madero) con la marginalidad de los barrios del Sur, o los partidos más castigados del Conurbano. Ni que mencionar de la pobreza urbana a rural emblemática de las provincias de Misiones, Corrientes, Chaco, por mencionar algunos casos paradigmáticos. El desarrollo supone un balance equilibrado en la calidad de vida, producto de oportunidades de inversión en educación, en sectores claves de la producción, en el despliegue de los servicios públicos. En definitiva, el desarrollo desigual no es desarrollo.

“La esperanza no está donde nacimos” es una frase que emana de muchas voces de jóvenes migrantes, que se radicaron en el Gran Buenos, Gran Rosario, cuando las crisis se tornaban cada vez más naturales y estrangulaban aún más la pobreza del interior. Jóvenes devenidos jóvenes padres que jamás volvieron, y que tampoco sus hijos encuentran el entusiasmo de radicarse en la tierra de sus antecesores. Prefieren la pobreza urbana a la rural. Optan quizás por hurgar en basurales a padecer la lenta agonía de la miseria.

Los falsos dilemas

Así como se perpetuaron falsos debates tales como los de “campo versus industria”, la tensión urbano-rural y sus habitantes requiere de una lectura con matices. Porque no se trata de expulsar de las urbes a los “cabecitas negras del nuevo siglo” y devolverlos al interior profundo, sino que urge también poner en práctica un esquema que contemple el desarrollo urbano. Esto es, por ejemplo, que el negocio inmobiliario desenfrenado (propio de la ineficaz captación de recursos para convertirlos en factores de producción genuina) tenga límites en las decisiones de Estado, que la estética de las ciudades no corra -sin alternativas de vivienda- a los marginados de hoy.

¿Qué fue de los recursos de los vociferados Plan Federal de Viviendas? La relación entre anuncio y entrega de casas peca de tremendos abismos de tiempo; y ello se da por incapacidad de gestión y por los dudosos monitoreos que controla el Gobierno nacional.

Alambrados y desmontados

El modelo neoliberal no se ha ido, sólo ha cambiado de cara con la distinta paridad cambiaria. Tras la megadevaluación, los trusts de siembra profundizaron la agricultura de agricultores y fueron concentrando aún más la propiedad de la tierra, y expulsando a miles de argentinos de su lugar de trabajo. Dato que agrava el período pre y pos-Convertibilidad, cuando el modelo expulsó del campo a 103 mil productores agropecuarios y su consecuente erradicación de mano de obra… “barata”.

El desmonte está alterando el medio ambiente y está eliminando muchas otras producciones regionales, características de pequeños agricultores y de aglutinación familiar. Ese paisaje desolado provoca, entre otras cosas, este éxodo interno y de ciudades cada vez más superpobladas.

Un equilibrio que haga el desarrollo

Es claro que los reordenamientos por decreto o impulsivos no resultan pacíficos: la erradicación de villas, el desalojo en la ocupación de terrenos, la corrida de campesinos son ejemplos de esta actualidad.

Lo que nuestro país necesita es una economía política que promueva ese balanceo regional en inversiones, en pos de devolver un horizonte a varias provincias olvidadas del mapa productivo. Se trata también de engendrar una nueva matriz socio-cultural que arraigue positivamente a los habitantes de otras zonas. Ello será factible en la medida de parir nuevas concepciones educativas, científicas ligadas a la economía de sus lugares, que las Universidades tengan esa razón de ser en función de su lugar de pertenencia. En la medida en que esa inversión que enlace conocimiento y producción se concrete, será una realidad el lento fin de la migración interna, porque sobre todo, esas tendencias elevarán la masa salarial de la población, entre otras virtudes.

La integración nacional se da también en el sano ordenamiento de los espacios desordenados. Sino deberemos cambiar un título teatral para colocarlos en la triste realidad: “Juntos y revueltos”.

Por Diego Rodríguez

Juventud Desarrollista Prov. Buenos Aires

lunes, 10 de septiembre de 2007

El Joven y la política

Por Federico Nicolás Moreno

Las problemáticas argentinas se presentan en expresiones diarias que tomamos como comunes. Dichas expresiones se ven reflejadas en situaciones violentas y desalentadoras, pero en realidad son solo la superficie de los problemas concretos. La realidad es un circuito vicioso, que se retro alimenta, imposibilitando un análisis preciso de las causas que subyacen en las relaciones diarias. La marginación social y la falta de incersión laboral se ve reflejada en los altos índices de delincuencia, las problemáticas sociales terminan rebalsando y cristalizándose en actos de violencia por parte, por ejemplo, de fanáticos del fútbol (que descargan su odio reprimido en otros hinchas).

El aislamiento se presenta como una tendencia en las sociedades modernas. Victimas de los temores, (miedo a relacionarnos, miedo a no cumplir exigencias sociales) terminamos por refugiarnos detrás de prejuicios, pensamientos poco elaborados y conformismos que surgen como defensa instintiva a una realidad no alentadora. Las personas sufren estigmas, rasgos de connotaciones sociales negativas, no por engendrar esas características, sino por que sectores construyen esas imágenes1. Muchas personas que habitan en la villa sufren estos prejuicios, y se los sentencia a estar al margen de la sociedad y no poder salir de su condición paupérrima. Los jóvenes también sufren prejuicios, muchas personas los ven como apolitizados, despreocupados y desinteresados por la realidad. ¡Pero no lo somos!

Somos muchos los que queremos cambiar las cosas, y somos desmotivados por los mitos acerca de la política, por ejemplo, que es para corruptos, cuando todos estamos involucrados en esta actividad, y diariamente la ejercemos (discusiones diarias, opiniones, relaciones en el trabajo, charlas y claro esta el voto). También caemos bajo pensamientos hacia nosotros, como aquellos que no nos creen aptos, pero el joven es uno de los que más sufre los problemas sociales (falta de inserción laboral, falta de oportunidades de estudio, falta de respuesta a sus demandas), es el que tiene la energía para poder militar y hacer tomar vida a los partidos y es el que está en etapa de formación de su personalidad política, pero ¿Por que se los desmotiva tanto? ¿No habrá una intención para que los jóvenes no se metan en política?

En otras épocas el joven ha sido el protagonista en la solución de conflictos, ha sido el principal sustento de la actividad política y las actividades de interés social. Pero hoy no. Solo se busca que el joven persiga un interés individual, solo así va así es reconocido. No se comprende que el beneficio personal reside principalmente en el bienestar social; la prosperidad individual no es posible si la pobreza abunda, si el país se encuentra en crisis. Las falsas creencias de este tipo abundan, por ejemplo:

· Creer que nuestra vida no depende del otro, cuando en realidad la economía se establece como el acople de los diferentes sectores productivos y por ende, sociales.

· Creer que las formas de expresión residen en pautas de consumo cuando los espacios de debate y discusión, son los que aportan soluciones concretas.

· Pensar que las cosas son como son y van a seguir así. Justamente si en la política hay corruptos y la gente honesta no se involucra, entonces van a seguir estando los corruptos

No hay que aceptar las cosas como son, el humano tiene la capacidad de crear su destino y su futuro. Debemos seguir participando, creando debate y seguir cohesionando a los diferentes sectores, para que estos puedan por lo menos hacer presentes sus problemas. La solución depende de nosotros, es hora de hacernos presentes, de reinventar el rol del joven. Los invito a participar, a debatir, a leer y por consiguiente a buscar la solución que frena nuestro desarrollo. Demostremos que se equivocan.

Movimiento de integración y desarrollo, JOVEN