martes, 25 de septiembre de 2007

¿Cuál es la Meta de la Juventud en un Partido Político?,

por Germán Caíno.

La importancia de definir la meta, es decir el objetivo, o adonde queremos llegar, cualquiera sea la organización en consideración o cuando pensamos en nosotros mismos, radica en que nos permite enfocarnos en las distintas alternativas (estrategias) que deberemos desarrollar e implementar (esto es, se realizaran distintas acciones) con el objeto de poder alcanzar y concretar dicho fin.

Antes de definir la meta de la juventud, iremos planteando una serie de interrogantes los cuales nos llevaran desde el objetivo superior de un partido político (PP) hasta el papel de los jóvenes dentro del mismo, permitiendo comprender su rol desde una perspectiva general.

Es importante hacer una aclaración al respecto. Si definimos mal el objetivo o meta, esto nos afectara todo el proceso posterior, por ejemplo si decidimos que nuestra meta (manifiesta implícita o explícitamente) como PP es tener “Poder” o llegar a ocupar cargos o el mismo gobierno o posicionar una imagen determinada, consecuentemente las acciones que se llevaran a cabo para concretarlas harán que se vaya perdiendo el verdadero contenido (entiendase doctrinas, valores, en ultima instancia la identidad misma) y valor del partido político para con la sociedad, ya que no serán representativas salvo de los intereses de algunos actores o grupos determinados.

Realizada esta aclaración, podríamos comenzar enunciando el objetivo superior que debería tener un partido político, este tendría que ser desde mi punto de vista: “Actuar/transformar la realidad vigente de una comunidad/población que habita en un espacio y tiempo determinados, con el fin de mejorar las condiciones de vida de todos sus habitantes”.

Partiendo de esta definición podemos entonces preguntarnos como hace un PP para poder actuar/transformar/gestionar/participar sobre una realidad determinada?. Y de que modo sino a través de concejales, legisladores, intendentes, gobernadores, ejecutivos, esto es, a través del ejercicio del poder en distintos cargos, desde la gestión publica, desde el gobierno.

Ahora bien, como logra llegar un ciudadano a la gestión publica/gobierno independientemente del cargo que le toque desempeñar?. Sin duda en un país democrático y transparente a través de las elecciones ciudadanas (votos).

Siguiendo con este ejercicio cabria preguntarnos ahora como consigue el PP esos votos (esto es personas que eligen a un determinado partido por sobre otro). Acá podemos imaginar distintos atributos que hacen a un partido deseable con respecto a otro, por ejemplo: propuestas, ideas, propaganda, imagen, historia, etc.

Como hace pues un PP chico el cual posee pocos o nulos recursos económicos y organizacionales, poca influencia, presión o prensa, para poder darse a conocer o difundir y defender sus ideas y propuestas, llendo aun mas lejos para poder sobrevivir al paso del tiempo?. Es finalmente ante este interrogante que surge como respuesta “por medio de la juventud”, en otras palabras, la meta de las juventudes políticas debería ser promover y defender las ideas y bases que sustentan su PP, como también nutrir a cada partido, llenarlo de vida, vigor y renovación; un partido político sin juventud, sin recambio, a través del tiempo languidece junto a sus miembros, pereciendo con él sus ideas y acciones. Por lo tanto es importante preguntarnos como hace la juventud política para captar la atención de los jóvenes e integrarlos al partido o mantenerlos vinculados?. Para ello es menester contar con un Plan Estratégico, donde se encuentren establecidos los distintos cursos de acción a seguir para incorporar jóvenes. Partiremos del supuesto a partir del cual una persona se acerca a una agrupación motivada por alguna necesidad, algún deseo individual, el cual consciente o inconscientemente busca satisfacer. Por lo que es muy importante a la hora de desarrollar un programa de acercamiento, identificar y establecer los distintos tipos de necesidades/deseos de un joven. A modo de ejemplo podemos enunciar algunos: necesidad de relacionarse, formar parte de un grupo, debatir, participar activamente como ciudadano, por tradición familiar, necesidad socio-cultural, económico, por poder, prestigio, reconocimiento, autorrealización, etc.

Una vez establecidos los distintos tipos es necesario desarrollar e implementar una serie de acciones tendientes a satisfacerlas e ir buscando a la vez la vinculación de las distintas personas (esta seria la segunda etapa, ósea primero “Captación”, segundo “Vinculación”), buscando como resultados, el beneficio personal del individuo, el beneficio grupal, y finalmente el beneficio del PP al cumplir con la tercer etapa “Incorporación”.

De esta manera con la incorporación sistemática sé irán cumpliendo dos objetivos simultáneamente: por un lado la difusión del PP y sus ideas, y por el otro el incremento de los recursos (organizacionales, económicos -en el mediano/largo plazo-). Esto ayudara con el tiempo a ir desarrollando la estructura organizacional lo cual permitirá a su vez lograr con mayor eficiencia la implementación del plan, ya que se podrán ir creando distintas áreas las cuales tendrán tareas y responsabilidades determinadas (por ejemplo: propaganda, organización de eventos, contactos institucionales, presupuesto, formación doctrinal/política, etc.), ya no quedaran dispersas las distintas responsabilidades, dotando a la agrupación de una organización y sentido de pertenencia.

Entrando un poco mas en detalle y a modo de ejemplo, se pueden establecer distintas acciones a ejecutar en las distintas etapas mencionadas anteriormente:

I-Captación: -charlas/encuentros

-Conferencias

-Pagina Web

-Revista de difusión

-Propaganda (afiches, diarios, revistas, volantes, Internet, etc.)

II-Vinculación: principalmente intensificando las acciones de la etapa I e ir generando vínculos personales a través del desarrollo de distintas actividades (por ejemplo reuniones, salidas, fiestas, actividades deportivas, vacaciones, comidas, etc.)

III-Incorporación: intensificando I y II, pero lo que diferencia principalmente esta etapa es la asignación de un rol dentro de la estructura organizacional con el consiguiente deber de cumplir ciertas funciones y asumir responsabilidades, generando por otra parte un sentido de pertenencia y concientizacion mas profundo.

Mención especial merece la etapa de Vinculación, ósea la etapa de transición entre el momento de acercamiento a la incorporación. Es aquí donde se deben utilizar todos los recursos necesarios para facilitar la exploración que realizaran los jóvenes que recién comienzan a contactarse con el partido, y a su vez conseguir la identificación de las distintas personas con el pensamiento, el accionar, en fin con el PP.

En síntesis, la redacción del texto precedente tiene la intención de remarcar la importancia de la juventud dentro de un PP (sobretodo en los casos de partidos chicos). Un partido que quiera crecer, hoy en día no puede darse el lujo de descuidar a los jóvenes que se acercan o ya están dentro de la agrupación, no basta con cadenas de mails o simples invitaciones a eventos dispersos, menos aun con comportamientos indefinidos o poco claros, en otras palabras, falta de coherencia e identidad, o autoridades que no se comprometen mas haya de las palabras. Es por todo esto que es necesario detenerse a reflexionar y discutir sobre el tema, para darle inicio a un proceso de crecimiento, desarrollo, en fin de fortalecimiento interno (desde adentro), que en el futuro se vea reflejado en una mayor integración con los jóvenes y con la sociedad en su conjunto.

“La Republica Perdida”

Por Emanuel Benitez


¿Nunca nos pusimos a pensar si los primeros años de democracia, fueron como son los de hoy?.

Para comenzar, el régimen más o menos democrático, que se ha ido desarrollando con el paso del tiempo, a partir de la época conservadora (1880-1916), con la presidencia de Julio A. Roca, y de las presidencias radicales (1916-1930) con el primer gobierno de Yrigoyen, han ido con el paso del tiempo demostrando la debilidad con la que se efectuaba este modelo reciente en nuestro país, que termino con el gobierno de Yrigoyen ya que resultó ser el primer mandatario institucional derrocado por una simple revolución armada, comandada por un grupo de militares y civiles que no buscaban otra cosa que defender sus propios intereses y que el modelo democrático cada día se volvía más amenazante.

Volviendo hacia atrás, desde hace más de tres siglos, para ser claros hago referencia al siglo XVIII, el surgimiento de las nuevas ideas, presentadas por un grupo de pensadores, serían tomadas como una amenaza contra el sistema político de aquella época. Parece ser que entre ellos, había uno muy peligroso quien tenía el nombre de Rousseau, quien pensaba que el poder debía residir en el pueblo, y era el pueblo que mediante el buen sufragio, debería elegir a sus representantes en el poder. Y creo que ahí es donde se debe atracar y tirar anclas; es donde se hace referencia, por primera vez al sistema o modelo que sería en sí una cuestión que se expandiría por todo el mundo, la “Democracia”.

Pero ¿Qué es la Democracia?. Volviendo a nuestro país recién en 1983 se observa definitivamente, con estabilidad o no, lo que sería un sistema democrático, pero con algunos cabos sueltos que debían pronto ser amarrados, para que no nos ocurran las atrocidades que con el paso de los años nos fueron pasando; me refiero a los sucesivos golpes militares y gobiernos de facto que nos debilitaron económica, política, cultural y socialmente entre 1930-1932, 1943-1946, 1955-1958, 1966-1973, y finalmente 1976-1983.

Pero ¿Por qué sucedieron estos gobiernos, es decir por qué llegaron al poder?. Muy fácil, la conclusión a la que se podría llegar es nada más, ni nada menos, a la ambición de poder sobre las masas que no tenían idea alguna, salvo algunos, (que luego eran perseguidos y torturados) de lo que realmente pasaba y del completo “individualismo” de la gente que se expandía por todo el mundo.

Para ir finalizando, solo voy a destacar que en aquella llamada generación del ’80 donde se marca un periodo de progreso indefinido, que lo único que importaba era manejar y basarse en el sistema agro- exportador (creo yo modelo económico actual, por los pocos pasos de desarrollo en esas áreas), y no darle importancia a otras cuestiones, como alimentar las inversiones, mejorar el aparato productivo de nuestra industria nacional, lo que actualmente nos demuestra que nosotros aún no hemos experimentado nuestra verdadera revolución industrial, ya finalizada por casi la mayoría de los países del mundo por más de una vez.

Pero para poder interpretar los primeros años del S. XX ideológicamente de nuestra Republica Argentina y dar un enfoque global del asunto, hay que remarcar el fraude electoral, manejado por los conservadores para afianzarse en el poder permanentemente (modelo que de una u otra forma capaz que se este repitiendo, que eso no lo vamos a saber); la debilidad de algunos gobiernos frente a los graves problemas sociales, políticos y económicos; el sistema político liberal dado por las nuevas corrientes que provenían de Europa, provocando una grave inestabilidad democrática en nuestro país, deteniendo un progreso social, cultural e industrial que hasta en la actualidad no se ve; la falta de compromiso con los niveles de educación; y la falta de un Proyecto Nacional que se comprometa con los intereses del país y no con los interese del bolsillo de algunos.

Una vez alguien dijo que : “La historia es la política pasada y el pasado es la política del presente”. Es raro poder llegar a imaginar que la política actual sea igual a la de principios de siglo, pero esta breve reseña nos permite pensar más de dos veces que en nuestro país, los sucesos que se dan y se dieron se repiten una y otra vez, y eso es porque gran parte de la sociedad de nuestro país no sabe bien elegir a nuestros representantes a la hora de depositar el voto en la urna dado el desinterés de la gente por la política, ya que siempre alguno nos falló, solo algo más, que para cambiar no nos debemos poner a pensar en el bienestar de nosotros mismos, como solemos hacer, sino en el bienestar del país, más en un año electoral. Aprendamos a elegir y diferenciar entre lo que conviene para todos y lo que conviene para uno mismo.

No nos convirtamos en una Republica Perdida!!!!!.

Emanuel Benitez. Movimiento de integracion y desarrollo Joven

miércoles, 12 de septiembre de 2007

La superpoblación urbana


CIUDADES QUE EXPLOTAN

La mitad de la población mundial vive en una ciudad; en Argentina, 9 de cada 10. La relación entre ciudades superpobladas y pobreza. Cómo revertir la tendencia.

El último informe elaborado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) destaca cómo avanza la ola de urbanización en países subdesarrollados. Para el caso argentino, 9 de cada 10 personas viven en una ciudad. Ese aglutinamiento revela cómo se consolida la pobreza en las urbes y en el campo, por la falta de oportunidades. Para obtener un mapeo más contextualizador, el estudio determinó que la mitad de la población mundial vive en una ciudad, América del Sur es la zona del planeta en la cual el fenómeno se da más: 82%. Le siguen Estados Unidos y Canadá (81%), Europa (72%), Oceanía (71%), Asia (41%) y Africa (39%). En América Latina, los índices más altos los tienen Venezuela (94%) y Uruguay (92%).

Si bien la concentración poblacional en grandes ciudades es un fenómeno creciente a nivel mundial (en 1950 eran 3 de cada 10, hoy es 1 de cada 2), el desafío nacional podría tomar caminos de soluciones por otras vías que eviten ese “amontonamiento”.

Un país no es desarrollado si regionalmente tiene muchos contrastes. De nada vale un sector considerablemente avanzado en estándar de vida de Buenos Aires (caso Puerto Madero) con la marginalidad de los barrios del Sur, o los partidos más castigados del Conurbano. Ni que mencionar de la pobreza urbana a rural emblemática de las provincias de Misiones, Corrientes, Chaco, por mencionar algunos casos paradigmáticos. El desarrollo supone un balance equilibrado en la calidad de vida, producto de oportunidades de inversión en educación, en sectores claves de la producción, en el despliegue de los servicios públicos. En definitiva, el desarrollo desigual no es desarrollo.

“La esperanza no está donde nacimos” es una frase que emana de muchas voces de jóvenes migrantes, que se radicaron en el Gran Buenos, Gran Rosario, cuando las crisis se tornaban cada vez más naturales y estrangulaban aún más la pobreza del interior. Jóvenes devenidos jóvenes padres que jamás volvieron, y que tampoco sus hijos encuentran el entusiasmo de radicarse en la tierra de sus antecesores. Prefieren la pobreza urbana a la rural. Optan quizás por hurgar en basurales a padecer la lenta agonía de la miseria.

Los falsos dilemas

Así como se perpetuaron falsos debates tales como los de “campo versus industria”, la tensión urbano-rural y sus habitantes requiere de una lectura con matices. Porque no se trata de expulsar de las urbes a los “cabecitas negras del nuevo siglo” y devolverlos al interior profundo, sino que urge también poner en práctica un esquema que contemple el desarrollo urbano. Esto es, por ejemplo, que el negocio inmobiliario desenfrenado (propio de la ineficaz captación de recursos para convertirlos en factores de producción genuina) tenga límites en las decisiones de Estado, que la estética de las ciudades no corra -sin alternativas de vivienda- a los marginados de hoy.

¿Qué fue de los recursos de los vociferados Plan Federal de Viviendas? La relación entre anuncio y entrega de casas peca de tremendos abismos de tiempo; y ello se da por incapacidad de gestión y por los dudosos monitoreos que controla el Gobierno nacional.

Alambrados y desmontados

El modelo neoliberal no se ha ido, sólo ha cambiado de cara con la distinta paridad cambiaria. Tras la megadevaluación, los trusts de siembra profundizaron la agricultura de agricultores y fueron concentrando aún más la propiedad de la tierra, y expulsando a miles de argentinos de su lugar de trabajo. Dato que agrava el período pre y pos-Convertibilidad, cuando el modelo expulsó del campo a 103 mil productores agropecuarios y su consecuente erradicación de mano de obra… “barata”.

El desmonte está alterando el medio ambiente y está eliminando muchas otras producciones regionales, características de pequeños agricultores y de aglutinación familiar. Ese paisaje desolado provoca, entre otras cosas, este éxodo interno y de ciudades cada vez más superpobladas.

Un equilibrio que haga el desarrollo

Es claro que los reordenamientos por decreto o impulsivos no resultan pacíficos: la erradicación de villas, el desalojo en la ocupación de terrenos, la corrida de campesinos son ejemplos de esta actualidad.

Lo que nuestro país necesita es una economía política que promueva ese balanceo regional en inversiones, en pos de devolver un horizonte a varias provincias olvidadas del mapa productivo. Se trata también de engendrar una nueva matriz socio-cultural que arraigue positivamente a los habitantes de otras zonas. Ello será factible en la medida de parir nuevas concepciones educativas, científicas ligadas a la economía de sus lugares, que las Universidades tengan esa razón de ser en función de su lugar de pertenencia. En la medida en que esa inversión que enlace conocimiento y producción se concrete, será una realidad el lento fin de la migración interna, porque sobre todo, esas tendencias elevarán la masa salarial de la población, entre otras virtudes.

La integración nacional se da también en el sano ordenamiento de los espacios desordenados. Sino deberemos cambiar un título teatral para colocarlos en la triste realidad: “Juntos y revueltos”.

Por Diego Rodríguez

Juventud Desarrollista Prov. Buenos Aires

lunes, 10 de septiembre de 2007

El Joven y la política

Por Federico Nicolás Moreno

Las problemáticas argentinas se presentan en expresiones diarias que tomamos como comunes. Dichas expresiones se ven reflejadas en situaciones violentas y desalentadoras, pero en realidad son solo la superficie de los problemas concretos. La realidad es un circuito vicioso, que se retro alimenta, imposibilitando un análisis preciso de las causas que subyacen en las relaciones diarias. La marginación social y la falta de incersión laboral se ve reflejada en los altos índices de delincuencia, las problemáticas sociales terminan rebalsando y cristalizándose en actos de violencia por parte, por ejemplo, de fanáticos del fútbol (que descargan su odio reprimido en otros hinchas).

El aislamiento se presenta como una tendencia en las sociedades modernas. Victimas de los temores, (miedo a relacionarnos, miedo a no cumplir exigencias sociales) terminamos por refugiarnos detrás de prejuicios, pensamientos poco elaborados y conformismos que surgen como defensa instintiva a una realidad no alentadora. Las personas sufren estigmas, rasgos de connotaciones sociales negativas, no por engendrar esas características, sino por que sectores construyen esas imágenes1. Muchas personas que habitan en la villa sufren estos prejuicios, y se los sentencia a estar al margen de la sociedad y no poder salir de su condición paupérrima. Los jóvenes también sufren prejuicios, muchas personas los ven como apolitizados, despreocupados y desinteresados por la realidad. ¡Pero no lo somos!

Somos muchos los que queremos cambiar las cosas, y somos desmotivados por los mitos acerca de la política, por ejemplo, que es para corruptos, cuando todos estamos involucrados en esta actividad, y diariamente la ejercemos (discusiones diarias, opiniones, relaciones en el trabajo, charlas y claro esta el voto). También caemos bajo pensamientos hacia nosotros, como aquellos que no nos creen aptos, pero el joven es uno de los que más sufre los problemas sociales (falta de inserción laboral, falta de oportunidades de estudio, falta de respuesta a sus demandas), es el que tiene la energía para poder militar y hacer tomar vida a los partidos y es el que está en etapa de formación de su personalidad política, pero ¿Por que se los desmotiva tanto? ¿No habrá una intención para que los jóvenes no se metan en política?

En otras épocas el joven ha sido el protagonista en la solución de conflictos, ha sido el principal sustento de la actividad política y las actividades de interés social. Pero hoy no. Solo se busca que el joven persiga un interés individual, solo así va así es reconocido. No se comprende que el beneficio personal reside principalmente en el bienestar social; la prosperidad individual no es posible si la pobreza abunda, si el país se encuentra en crisis. Las falsas creencias de este tipo abundan, por ejemplo:

· Creer que nuestra vida no depende del otro, cuando en realidad la economía se establece como el acople de los diferentes sectores productivos y por ende, sociales.

· Creer que las formas de expresión residen en pautas de consumo cuando los espacios de debate y discusión, son los que aportan soluciones concretas.

· Pensar que las cosas son como son y van a seguir así. Justamente si en la política hay corruptos y la gente honesta no se involucra, entonces van a seguir estando los corruptos

No hay que aceptar las cosas como son, el humano tiene la capacidad de crear su destino y su futuro. Debemos seguir participando, creando debate y seguir cohesionando a los diferentes sectores, para que estos puedan por lo menos hacer presentes sus problemas. La solución depende de nosotros, es hora de hacernos presentes, de reinventar el rol del joven. Los invito a participar, a debatir, a leer y por consiguiente a buscar la solución que frena nuestro desarrollo. Demostremos que se equivocan.

Movimiento de integración y desarrollo, JOVEN